🕊️ Rezo de Gratitud en Calma
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Que el sonido de esta campana disuelva el velo del pensamiento
y abra el espacio del corazón.
Con este aliento, reconozco que estoy vivo.
- La vida me ha sido dada, sin exigirme mérito.
- Me inclino en silencio ante todo lo que me ha sostenido hasta hoy:
- La tierra firme bajo mis pies
- El agua que me limpia
- El fuego que me da calor
- El aire que entra y sale de mi pecho
Agradezco a todos los seres que han hecho posible este instante.
- A las manos que cultivaron el alimento
- A los ojos que me han mirado con ternura
- A los maestros visibles e invisibles que han sembrado en mí una semilla de entendimiento
- Que su bondad no haya sido en vano
Honro mi cuerpo, imperfecto y suficiente.
- Honro mi mente, agitada pero capaz de calma
- Honro mi camino, incluso cuando no sé hacia dónde va
- Cada paso es el templo
- Cada día, una enseñanza
Que yo no olvide el milagro de las cosas simples.
- El roce del sol en la piel
- La risa inesperada
- El olor del pan
- El silencio compartido con quien amo
Ofrezco mi gratitud como una lámpara encendida.
- Que alumbre donde haya oscuridad
- Que reconforte donde haya pérdida
- Que inspire donde haya confusión
Que todos los seres, en todas las direcciones, encuentren paz.
- Que nadie quede excluido de esta plegaria:
- Ni los cercanos ni los lejanos
- Ni los visibles ni los olvidados
- Ni siquiera aquellos a quienes llamo enemigos
Que mi interior sea también un santuario.
- Que el silencio interno me guíe con claridad
- Que mi intuición florezca como sabiduría serena
Que la belleza y la creatividad nutran mi espíritu.
- Que yo sepa expresarme con autenticidad
- Y crear desde la verdad de mi ser
Que el descanso me renueve como la noche a la flor.
- Que honre el sueño como un viaje sagrado
- Y despierte cada día con gratitud renovada
Que sepa agradecerme también a mí mismo.
- Por haber caminado incluso cuando dolía
- Por no soltarme cuando todo temblaba
- Por seguir despertando, una y otra vez, con intención de vivir
Que abrace mi capacidad de sanar.
- Aun si hay partes rotas, que yo sepa sostenerlas con ternura
- Que no me aparte de mí cuando más me necesite
Y que nunca me falte la risa.
- Ni en los días buenos ni en los difíciles
- Que pueda reírme conmigo mismo, y con quienes amo
- Y recordar que la alegría también es sagrada
Que el perdón florezca en mí como medicina suave.
- Que pueda soltar aquello que me ata al dolor
- Que aprenda a perdonar sin olvidar lo aprendido
- Y también a pedirme perdón por las veces que no supe cuidarme
- Que el perdón no sea olvido, sino transformación
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Cierro este rezo con el sonido puro de la campana,
para recordar que todo es impermanente, y por ello, profundamente valioso.